-
Pon a remojo el bacalao durante 24 horas, cambiando el agua una vez a la mitad del tiempo.
-
Escúrrelo del agua, lávalo y quita las escamas y espinas.
-
Rebózalo en harina y huevo y fríelo, sacándolo a una fuente de horno.
-
Haz una bechamel con la mantequilla, harina y leche, sazónala y añade el zumo del limón y un poco de perejil picado, batiéndolo bien.
-
Vierte esta salsa sobre el bacalao, y mételo unos minutos en el horno para que se dore. Puedes añadir un poco de queso rallado para conseguir una corteza más dorada. Si a la bechamel le añades un poco de nata líquida mejor.