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Pelar las patatas y cortarlas en cuatro, y luego cada cuarto por la mitad de manera que queden cuñas grandes.
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En una sartén, dorar los dientes de ajo a fuego medio, 4-5 minutos, hasta que cojan color. Retirar el ajo y reservar.
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Añadir los trozos de patata y hacer cosa de un cuarto de hora, hasta la que las patatas se doren, removiendo a menudo con cuidado. Reservar las patatas sobre papel absorbente.
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Añadir el pollo al aceite y dorar unos diez minutos a fuego no muy vivo.
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Espolvorear con el orégano, el ajo en polvo, sal y pimienta.
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Añadir el vino poco a poco.
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Colocar el pollo, las patatas y los ajos en una fuente. Meter el recipiente en el horno 240 ºC y dejar hacer una media hora, hasta que el pollo esté hecho.
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Los últimos diez minutos regar con sus propios jugos.
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Servir con el juguillo.