En una cazuela se doran 2 ó 3 ajos y se reservan en el mortero.
Se enharinan un poco los trozos de pollo ya con sal y se echan a la cazuela para freírlos.
Cuando está frito el pollo se añade una cebolla en juliana (grande), se rehoga bien con la cebolla.
Se machaca el ajo con un poco de perejil y pimienta diluido con cerveza, se añade al pollo y el resto de la cerveza, se deja que se cueza hasta que esté tierno y se pone a punto de sal.
Notas
Si se quiere se añaden unos pimientos del piquillo.