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Pelar las manzanas, partirlas en cuartos, retirarles el corazón y cortarlas en gajos no demasiado finos.
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Poner la mantequilla con el azúcar en una sartén antiadherente. Calentar, removiendo continuamente, hasta que la primera se funda y se mezcle con al azúcar.
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Incorporar la manzana, la canela y la cáscara de limón lavada y seca. Tapar y cocer a fuego suave durante 20 minutos. Eliminar la canela y la cáscara de limón, y dejar enfriar.
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Pre-calentar el horno a 180º. Cubrir el fondo de un molde desmontable redondo con los gajos de manzana caramelizados y regarlos con su jugo de cocción.
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Espolvorear con un poco de harina la superficie de trabajo y extender encima el hojaldre. Estirarlo con el rodillo, también enharinado, hasta obtener una plancha fina y recortar un disco de un diámetro ligeramente superior al del molde. Disponer el círculo de masa sobre los gajos de manzana, con cuidado, y cubrirlos con él introduciendo los bordes del hojaldre entre el molde y la fruta.
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Cascar el huevo separando la clara de la yema. Reservar la primera para otra receta y poner la última en un cuenco. Batirla ligeramente y pintar con ella la superficie del hojaldre utilizando un pincel de cocina.
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Hornear la tarta durante 40 minutos. Retirarla, dejarla templar 5 minutos y volcarla sobre una fuente. Servirla templada o fría.