Picamos la cebolla y las zanahorias, y lo ponemos a sofreír en la sartén con un poco de aceite.
Cuando está blando se añaden los níscalos troceados.
Cuando los níscalos hayan reducido, añadimos el perejil, el vino blanco y un poco de sal y pimienta.
Cuando reduzca la salsa (sin que se seque), se apartan y se reserva.
Se hace la bechamel (según receta 214, ver nota).
Las placas de lasaña se preparan según las instrucciones del envase, (es preferible usar las precocidas)
En un recipiente para horno, se unta el fondo con un poco de aceite y se empieza a colocar, primero las placas de lasaña, los níscalos y un poco de bechamel; así otra capa de placas de lasaña, níscalos y un poco de bechamel y otra capa de placas de lasaña. Se cubre todo con el resto de bechamel y se pone por encima queso para gratinar.
Se mete al horno durante 30 ó 35 minutos a 220ºC, y listo.