Pela, lava y trocea las patatas, cuécelas 15 minutos en agua con sal hasta que estén tiernas, escurre y hazlas puré; mézclalo con 50 g de mantequilla, la nata caliente, sal y pimienta. Añade la trufa muy picada y remueve.
Precalienta el horno a 180 ºC. Ralla el queso, forma cuatro montoncitos sobre la placa forrada con papel sulfurizado, hornea hasta que empiecen a dorarse y deja enfriar.
Envuelve los solomillos con 2 lonchas de beicon y sujétalas con palillos; salpimenta y dóralos por las dos caras con una sartén con unas gotas de aceite. Hornealos unos 8 minutos, retíralos y elimina los palillos.
Vierte el vino en la sartén, deja evaporar, añade el caldo y reduce a la mitad. Agrega el resto de la mantequilla y sal y cuece hasta espesar.
Salpimenta el foie y dóralo en otra sartén 1 minuto por cada lado. Coloca los solomillos sobre el puré, corona con el foie y las tejas de queso y salsea.