Funde la mantequilla en una sartén pequeña antiadherente. Utiliza un poco de ella para pincelar 3 láminas de pasta y coloca una sobre otra. Córtalas por la zona ancha en tres partes iguales. Espolvorea una con un poco de albahaca, otra con romero y la tercera con un poco de la pimienta rosa molida. Repite este proceso con el resto de las láminas.
Parte cada tira por la mitad y retuércelas dándoles forma de tirabuzón; hazlo suavemente para que no se rompan porque esta masa es muy delicada.
Precalienta el horno a 180 ºC. Dispón los tirabuzones sobre una placa de horno forrada con papel sulfurizado y hornéalos unos 6 minutos, hasta que se doren ligeramente; déjalos enfriar y sírvelos en vasitos.
Estos tirabuzones quedan también riquísimos si se rellenan con queso rallado o se untan con tomate, también rallado. Para una versión dulce, una vez horneados, se pueden cubrir con unos hilitos de chocolate fundido y dejarlos enfriar para que se endurezca.