Mezclamos 100 gramos de galleta picada con 50 gramos de mantequilla fundida hasta que estos ingredientes se integren por completo y toda la galleta quede impregnada con la mantequilla.
Engrasamos y forramos con papel de horno la base de un molde desmontable. Vertemos la mezcla de galleta y mantequilla, y la alisamos. Refrigeramos mientras seguimos preparando la tarta.
Trituramos 230 g de piña en su jugo hasta que quede una textura bien fina, reservamos. Reservamos 80 g del jugo que acompaña a la piña para usarlo más adelante.
Hidratamos 6 hojas de gelatina en agua fría. Las dejamos durante 5 minutos hasta que se ablanden por completo.
Mientras tanto, llevamos a ebullición los 80 gramos del jugo de la piña, dejamos hervir durante unos 30 segundos. Retiramos del fuego.
Escurrimos bien la gelatina y la integramos en el jugo de piña que todavía estará caliente. En caso de ser en polvo, vertimos el contenido de un sobre.
Vertemos el jugo de piña sobre la piña triturada. Volvemos a triturar durante unos segundos para que se integre todo. Reservamos.
Semi montamos 390 gramos de nata para montar fría con 80 gramos de azúcar blanco. Estará lista cuando comiencen a marcarse las varillas de la batidora. Si la hacemos en Thermomix, poner la mariposa y velocidad 2 durante unos 10 segundos aprox.
Echamos sobre la nata la mezcla de piña e integramos con la ayuda de una espátula de silicona con movimientos envolventes hasta que se integren por completo todos los ingredientes y la mezcla resultante tenga un color homogéneo.
Sacamos el molde con la galleta de la nevera y vertemos en él la mousse de piña. Alisamos la superficie y llevamos a la nevera un mínimo de 6 horas para que cuaje por completo.
Pasado el tiempo de cuajado desmoldamos la tarta de piña y la decoramos con piña en su jugo.