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Echamos sal a las rodajas de salmón y las ponemos en una fuente para horno, las añadimos un poco de aceite, el limón exprimido y el vino blanco.
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Lo metemos al horno a 200 ºC durante 35 minutos (sin precalentar).
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En una sartén freímos los ajos en láminas y se lo añadimos todo ello al salmón por encima.